Responsabilidad social corporativa para pequeñas y medianas empresas.
Cuando escuchamos hablar sobre Responsabilidad Social Corporativa (RSC), muchas veces cometemos el error de pensar que estas políticas solo pueden ser aplicadas por empresas grandes, consolidadas y con enormes presupuestos. No obstante, nada está más lejos de la realidad: que tu empresa sea pequeña, no quiere decir que no sea poderosa. Crear una mejor sociedad está al alcance de todas y todos.
¿Qué es la Responsabilidad Social Corporativa?
La responsabilidad social corporativa es el conjunto de acciones programadas que una empresa realiza a favor de la sociedad de la que forma parte. Estas acciones pueden ser de carácter social, económico, ambiental o una mezcla de todo lo anterior.
Es sumamente importante entender que la Responsabilidad Social Corporativa no se trata solo de donaciones monetarias, sino de la manera de actuar y de hacer de la empresa. La Responsabilidad Social Corporativa es el corazón que hace latir la ética e integridad de tu negocio.
Una de las claves de la RSC es ser coherentes con los valores y principios de tu empresa. Debe venir de adentro hacia afuera. Por ejemplo, si tu marca dice apoyar los derechos de la comunidad LGBTQ+ o se posiciona a favor del antirracismo, ¿se viven estos valores entre los empleados? ¿Muestra tu equipo interno la diversidad social que tu marca defiende? Si no es así, ¿de qué forma se comprometen a hacer un cambio de cara al futuro?
Como quizá has podido constatar, no es cuestión de cuán grande sea tu empresa o de cuántos ceros a la derecha tenga tu presupuesto. Se trata de cuán dispuestxs estamos a llevar nuestros valores de la palabra a la acción.
Pequeñas acciones de Responsabilidad Social Corporativa para pequeñas y medianas empresas.
Voluntariado:
Sembrar árboles, limpieza de costas, recolecta de alimentos… las posibilidades son infinitas. Puedes crear un programa de voluntariado de la mano de alguna organización benéfica donde tanto colaboradores internos como clientes puedan aportar tiempo y recursos a la comunidad.
Visibilizar una problemática social:
Identifica una causa a la cual tu empresa pueda aportar realmente y que sea coherente con la personalidad de tu marca, con los productos o servicios que ofrece y con los valores que enarbola tu equipo de trabajo.
Trabajar de la mano de productores locales:
Apoyar productores locales para garantizar la calidad y producción ética de tu materia prima también es una manera de ser socialmente responsables. En este punto lo más importante es ser transparentes con tus clientes de quiénes son y cómo trabajan tus proveedores.
Políticas internas medioambientales:
Reciclar, no imprimir documentos si no es absolutamente necesario, prohibición de plásticos de un solo uso en la oficina o envoltorio de tus productos… pequeñas acciones que disminuyan la huella medioambiental de tu negocio pueden crear un impacto positivo enorme.
TIP: Es importante que cuando tu empresa lleve a cabo cualquiera de estas acciones, las mismas sean comunicadas con el propósito de conectar, inspirar y ser transparentes con la comunidad. Puedes hacerlo a través de un newsletter, redes sociales, página web o, incluso, realizar un informe anual de responsabilidad social corporativa.
5 razones para implementar un programa de Responsabilidad Social Corporativa en tu empresa, sin importar el tamaño:
- Refuerza la imagen, reputación y el prestigio de tu marca.
- Fortalece la relación entre tu marca y tu comunidad de clientes actuales o potenciales, a través de los valores que comparten y causas comunes que defienden.
- Impacto positivo en el medioambiente y la sociedad en la que se desarrolla tu empresa, garantizando así la continuidad y sostenibilidad de tu negocio.
- Posibilidad de optar por subvenciones y ayudas públicas.
- Crea un mayor sentimiento de pertenencia y compromiso entre los colaboradores de tu empresa.
¿Ha cambiado tu manera de entender la responsabilidad social corporativa tras todo lo que te hemos contado? ¿Te animas a implementar alguna de estas acciones? Cuéntanos en los comentarios.
Foto de portada de Marc Schulte en Unsplash